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Las plantas seleccionadas para un paisajismo no escapan a los fenómenos de la moda. Sin embargo, al igual que con todos los productos nuevos, es importante tener un mínimo de conocimiento y perspectiva sobre los productos utilizados y aún más cuando se trata de la vida. El bambú es una de esas plantas que ahora son muy populares en nuestros jardines pero también muy temidas. ¿Cuáles son las cosas que debe saber y los pasos a seguir para disfrutar de ellas plena y tranquilamente?
Una familia muy grande
El bambú es parte de la familia de pastos y la subfamilia Bambusoideae, que tiene alrededor de 80 géneros y más de 1200 especies. Presente de forma natural en todos los continentes excepto en Europa, algunas variedades importadas en nuestro territorio pueden considerarse invasoras, debido a su rápida implantación, y por lo tanto perjudiciales para la biodiversidad y los ecosistemas locales.
El bambú tiene la extraordinaria propiedad de florecer solo después de varias décadas o más, dependiendo de la especie. Esta floración es simultánea para la misma especie en cualquier región, o incluso en todo el mundo.
Una amplia gama
Bamboo tiene varias características muy interesantes para ser explotadas como parte del paisajismo de jardines. Su fuerte poder de cortavientos, vista de brisa y aislamiento acústico cuando se usa en setos es muy apreciado más allá del hecho de que es fácil de mantener. Además, el sonido del viento en las cañas de bambú con la fricción de las hojas crea una atmósfera realmente relajante.
Dependiendo de la especie y el género, los bambúes serán más o menos grandes y más o menos trazados, con cañas y varios colores de follaje. Estos criterios son muy importantes en el momento de la elección porque algunas plantas permanecen constantes en tamaño y volumen una vez que son adultos. Otros son difíciles de mantener y pueden tener tasas de crecimiento impresionantes (varias decenas de cm por día). De hecho, el bambú tiene un sistema de tallos subterráneos llamados rizomas, que permite a la planta formar mechones más o menos densos. Esto se llama poder de rastreo. Esta habilidad se puede apreciar en el contexto de la cobertura del suelo, pero a menudo se teme.
Para cada problema, una solución
En general, los aprendices de jardineros tienen dos problemas: el tamaño de la planta adulta y su poder de rastreo.
En cuanto al tamaño de la planta, es muy fácil seleccionar una especie de acuerdo con el tamaño deseado, sabiendo que, además, el bambú admite el tamaño muy bien. Solo pregúntale a tu jardinero.
El riesgo de ver los abrumadores rizomas de los bambúes que hacen que el asfalto se rompa y las plantas colonicen todo el espacio es real, si no se toman precauciones. Sin embargo, existe una solución que consiste en hacer una zanja que delimita el área deseada y luego colocar verticalmente lo que llamamos película anti-raíz, a una profundidad de 50 cm. En contacto con la película, las barras subterráneas subirán para llenar el espacio más rápidamente, sin dejar los límites impuestos.
Más vale prevenir que curar
Bamboo realmente tiene todo para sorprendernos y complacernos. Es suficiente interesarse en él para comprenderlo mejor y así explotar, en el mejor de los casos, todo su potencial. Una planta que finalmente puede controlarse cuando se toma lo suficientemente temprano y que se adquiere la lógica mecánica de su sistema raíz.